¡Nueva sección! Wattpadlovin': Siempre a tu lado (Mi novela)

¡Muy buenas a todos de nuevo!
Hoy quería traer al blog una nueva "sección" (por así decirlo) en la que voy a ir subiendo los diversos capítulos de los relatos/novelas que he subido a Wattpad. Hoy la comenzaré con el primer capítulo de mi ya acabada novela "Siempre a tu lado" (@itsalecbray).


También me gustaría que las diferentes novelas que tengáis me las dejarais en los comentarios, pues podrán recibir publicidad de mi parte si me gustan :)



Capítulo 1: Esta es mi historia.

        Hola, mi nombre es Lina West, soy una adolescente de dieciséis años: pelo castaño, ojos del mismo color, estatura media y según la gente que me conoce, algo delgada. Mis padres me suelen echar la bronca por no comer más, pero bueno... No me enrollaré mucho ya que mi vida la entenderéis en seguida en los próximos capítulos... Esta es mi historia.

Lunes, 26 de mayo de 2014

        - Hey, buenos días Lina. Ya es hora de levantarse -dijo mi madre con la voz más dulce que había escuchado nunca. Hice un ruido intentando mostrar molestia.
        - Bu, buenos días mamá. Tengo sueño, ¿no puedo dormir más? -me quejé.
        - No hija, tienes que hacerte al ánimo e ir al instituto. Te queda el último empujón ya y debes sacarlo todo genial. Yo sé que tu puedes.
        - No sé cómo lo haces pero siempre acabas convenciéndome...
        - Es uno de los poderes que las madres poseemos, somos superheroínas.
        - Y tanto que lo eres. Bueno, déjame un momento que me levante y me vista, no tardo nada -le dije pidiéndole un momento de intimidad.
        - Claro, te dejo que acabes-se quedó en la puerta dirigiendo la mirada hacia mí.
        - ¿Mamá? Sigues dentro de la habitación.
        - Uy sí, lo siento tienes razón.
        Salió por fin y me decidí a levantarme. Como siempre, tenía la mala costumbre de no prepararme la ropa por la noche antes de irme a dormir y por las mañanas me tocaba ir deprisa y corriendo al armario para elegir que prendas ponerme. Ese día eran las 7:24 cuando empecé a vestirme. Escogí unos shorts, algo que siempre solía llevar, una camiseta de Stradivarius y zapatillas de lona.
        Fui a la cocina a desayunar con mi madre, ella entraba a trabajar a la misma hora que yo al instituto así que todas las mañanas desayunábamos juntas, era un momento muy especial. Me duele decir lo que estoy a punto de revelaros pero es lo que hay y son cosas de la vida... Hace diez años a mi madre le diagnosticaron Alzheimer, una enfermedad que se caracteriza en su forma típica por una pérdida de la memoria inmediata y de otras capacidades mentales, a medida que las neuronas mueren y diferentes zonas del cerebro de atrofian.
        Mi madre, cuando le diagnosticaron esta enfermedad, tenía 34 años. Los enfermeros nos explicaron que mi madre era un caso muy especial. El Alzheimer que ella padecía era diferente al de los demás, nunca se había visto un caso igual. Las consecuencias eran las mismas, pero nadie sabía por qué, ella podía de alguna manera acordarse de nuestros nombres y de que mi padre y yo formábamos parte de su vida, de esa misma manera sabiendo que yo era su hija y él su marido. Este caso especial lo denominaban Chronikís alzheimer, del griego "temporal" (chronikís), así se traduciría como un Alzheimer temporal.
        Más o menos se podía conllevar la enfermedad... ya que habían momentos del día en los que se acordaba de todo, como las mañanas, algo así como la de hoy. Cuando se le solía ir la memoria por completo era por la noche, a la hora de dormir. Mi padre tuvo que poner candados en las ventanas de todas las habitaciones para que no se le ocurriera hacer nada raro mientras alguien de nosotros estuviera durmiendo. Había intentado suicidarse varias veces ingiriendo pastillas o estrangulándose ella misma, pero siempre habíamos conseguido hacerla razonar para que no siguiera haciéndolo. Así durante diez años y contando.
        Acabé de desayunar, le di un beso a mi madre en la mejilla y le susurré un "te quiero" en el oído, a lo que ella respondió con un típico "Y yo a ti, hija". Pasé por el comedor para salir de mi casa y vi a mi padre tumbado en el sofá con una camiseta ya arrugada y el vello del abdomen sobresaliendo un poco por el borde inferior. Cómo no, se pasaba el día así.
        - Este hombre nunca cambiará -dijo mi madre al verme parada en la puerta mirando hacia el sofá donde estaba mi padre acostado.
        - No, nunca lo hará -sonreí y salí.
        Aquel día fui andando camino al instituto con mi mochila y mi música a cuestas, pasando de cualquier persona que pasara por mi lado. Pero, de pronto, alguien me tocó el hombro izquierdo cariñosamente. Me giré y vi a mi mejor amiga Rose, que no tardé en saludar y en quitarme los cascos para empezar a hablar con ella.
        - ¡Hola! ¿Qué tal estás Lina?
        - Muy bien, ¿y tú, Rose? - le contesté amablemente.
        - Yo genial, ya sabes. Me alegro mucho por ti.
        - Y yo -saqué otra pequeña sonrisa.
        - Bueno, aquí va la pregunta. ¿Te apetece venirte esta noche a dormir a mi casa? Por favor, así contamos cosas, no dormimos, hacemos peleas de almohadas, etcétera.
        - Oh, dios. Pelea de almohadas, algo que he querido hacer toda mi vida en serio -empecé a reirme a carcajadas, lo había dicho irónicamente.

Martes, 3 de junio de 2014

        Desperté esta mañana, no muy tarde, sobre las ocho de la mañana. Tuve la sensación de que algo no iba bien, sentí un gran dolor en el pecho, en mi casa no había nadie, así que decidí ir al hospital para ver si todo seguía correcto.
        Os cuento lo que pasó, estuve no hace mucho, seguramente una semana, en casa de mi amiga Rose, porque me quedaba a dormir. Mi padre me llamó a las cuatro de la mañana cuando supe que algo iba mal.
        Cogí el teléfono tan rápido como si no hubiera mañana.
04:00
        - Hija, tu madre está en urgencias, ven corriendo hacia aquí -me dijo James, mi padre, que colgó sin dejarme decir una sola palabra-.
        Salí de casa de mi amiga sin pronunciar palabra y cogí la moto para llegar lo antes posible a urgencias.
        Nunca pensé que algo así podría pasar si tenía Alzheimer, no tenía demasiada información como para saber que podría llegar a estar en el hospital.
        Estuve llorando todo el trayecto de casa de Rose hasta el espantoso lugar donde se encontraba mi madre a saber en qué estado, se me ocurrieron muchas cosas antes de llegar, pero nada agradable, tenía miedo. Mucho miedo.
04:15
        Por fin llegué, entré a toda prisa y pregunté por ella, me dijeron que estaba en la UCI, mi corazón dio un vuelco. No podia respirar. No supe reaccionar a aquello.
        Dos enfermeras vinieron corriendo hacia mí y me tranquilizaron. A continuación me llevaron a la sala donde mi madre se encontraba.
        Ella tenía como miedo, porque pensaba que le podríamos hacer algo e intentó suicidarse varias veces, aunque se lo impedimos a toda costa.
        Pero esta vez no fue así, mi padre se quedó durmiendo con ella en su habitación cuando de madrugada, despertó y no la vio allí. Pensó que algo habia pasado.
        Y efectivamente, mi madre abrió la ventana de su habitación, aún con candado que se encontraba, y se tiró desde el tercer piso en el que vivíamos los tres.
        Mi padre la recogió del suelo bañado en un mar de lágrimas y se la llevó al hospital.
        Volvamos al momento en el que yo volvía hoy al hospital, después de estar mi madre una semana en la UCI. Tal fue lo que sentí al despertarme, que ese fue el motivo por el que quería ir a verla.
        Llegué a urgencias y estuve esperando un buen rato a que algún doctor saliera a informarme sobre su estado.
        Al fin se acercó uno, que por su rostro deduje que algo iba mal, me pidió que entrara corriendo a la habitación. Estaba muy grave y podrían quedarle minutos de vida.
        La vi allí, en la camilla, todos los doctores alrededor suya haciendo lo posible para que reanimara, pero nada. Fue imposible.
        Pude escuchar el pitido de la máquina antes de que me dijeran que mi madre no volvería a respirar, ni a ver, ni a hablar, ni a hacer absolutamente nada, la había perdido para siempre.
        Solo una cosa, te quiero y te querré siempre, mamá.

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¿Os ha gustado? ¿Qué os ha parecido? ¿Tenéis alguna historia en Wattpad y os gustaría que le echara un vistazo? ¡Dejadmelo todo en los comentarios!

¡Gracias por leer! Hasta la próxima :)

Comentarios

  1. ¿Que decir? Me he quedado sin palabras... Es triste este capitulo, para serte sincera... ¿Como se te ha ocurrido? ¡Dios! Esta buenísimo :3

    ¡besos mil! Espero la segunda parte ^^ (también puedo ir a verla a wattpad, lo se... ^^)

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    1. ¡Me alegro de que te guste! Si los voy a empezar a subir es porque me gustaría recibir comentarios de la gente, ya que no acabé muy conforme con el resultado y quisiera poder mejorarla en un futuro próximo.

      La tienes en Wattpad, pero sí, puedes esperar a la próxima entrada :)

      Un beso!! ^^

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  2. Wow, ya me has enganchado con tu historia, capítulo un poco triste, pero me has dejado con la curiosidad de saber que pasa después de eso...así que nada me voy a leerla a Wattpad!
    Un abrazo

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    1. ¡Qué alegría! Ya me contarás cuando sigas leyendo :) aunque la próxima semana subiré seguramente el segundo capítulo.
      Un abrazo muy fuerte!

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  3. Madre mía :0 Que impactante de verdad, está genial, que ganas de leer tu siguiente capítulo enserio.
    Un abrazo

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  4. Holaaaaa, la historia es genial, un poco triste pero me ha enganchado. Espero el siguiente capítulo con impaciencia. Un saludo:)

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    1. Lo subiré dentro de poco :) aunque me estoy replanteando la idea de seguir subiendo capítulos de esta novela en concreto...
      Un saludo y muchas gracias Nerea! :)

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  5. Quiero hacerte una pequeña crítica constructiva:

    Lo veo un poquito cliché, comienza como un típico fic de wattpad y hay demasiado diálogo. Luego, cuando describes la enfermedad de la madre, me gusta, pero luego volvemos al cliché. Un error bastante frecuente en los escritores hombres es que hacen hablar a las chicas como si fuese algo en nuestra naturaleza "hacer fiestas de pijamas" y "peleas de almohadas". Ninguna vez en la que me haya quedado a dormir en la casa de una amiga lo consideré una "fiesta de pijamas" ni hicimos "peleas de almohadas". Tampoco lloramos de la nada, es decir, nos preocupamos demasiado y quizá la protagonista se pudiese derrumbar en el hospital pero no demasiado rápido (?). Luego no te dejan entrar en urgencias a ver que tu madre se esté muriendo, solo dejan entrar visitas cuando se han asegurado de que el paciente esté bien. Espero que te sirva de algo. Ningún ánimo de ofender.

    ¡Un saludo!

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    1. ¡Hola, Lucía! :)

      Muchísimas gracias por comentar. La verdad es que me gusta que opinéis, pues me sirve para mejorar en un futuro.

      A tu comentario de "las chicas no solemos hacer fiesta de pijamas o pelea de almohadas" debo decir que igual no lo he especificado muy bien, pero quería remarcar que era ironía por parte de ambas (vamos, que no harían nada de eso cuando quedaran). Puede que no lo haya explicado bien e intentaré mejorar a la próxima :D

      Sé que igual no has visto normal que Lina entrara en la sala donde su madre estaba, pero lo puse de esa manera por un hecho personal que le ocurrió a un familiar cercano, al cual sí le permitieron entrar a la sala donde estaba la persona en sus últimos minutos de vida.

      Ojalá sigas por aquí comentando :) puesto que si no fuera por comentarios como los tuyos no sería capaz de aprender.

      Un saludo!

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